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Sin duda alguna instalar un suelo de madera añade una dosis extra de calidez y confortabilidad a cualquier tipo de espacio. Y son muchas las opciones entre las que elegir: parquet encolado, tarima flotante, laminado… Cada propuesta resulta idónea para distintos tipos de necesidades, aunque todas ellas requieren un cuidado especial para mantenerlas tan atractivas como el primer día.

Nutrida y sin arañazos

Una de las causas por la que las superficies de madera pierden prestancia y eficiencia es la incidencia directa del sol, un «corrosivo natural» que consume su color original. También pueden verse afectadas por manchas, arañazos o golpes. Incluso es posible que se estropee la cola que sujeta cada lama, provocando que las piezas se muevan o despeguen.

Para prevenir que nuestro precioso suelo de tarima se estropee antes de tiempo, es necesario realizar un correcto mantenimiento del mismo y proceder a las reparaciones de desperfectos de inmediato para no tener que recurrir al más caro acuchillado que nos deja la casa repleta de serrín. Además, hay que tener en cuenta que, dependiendo del grosor de las lamas, las sesiones de acuchillado pueden ser más o menos numerosas. En modelos de calidad media, lo normal es un máximo de tres.

En este contexto, la Cera líquida para parquet Alex se convierte en una excelente alternativa para que el suelo permanezca luminoso sin tener que acudir a un profesional. Su uso es muy sencillo, solo hay que seguir estos pasos:

  1. Limpia la zona que vas a tratar.
  2. Separa los muebles que tengas alrededor.
  3. Vierte el producto directamente sobre el suelo.
  4. Repártelo suavemente con una mopa en la dirección de las vetas hasta formar una capa fina y uniforme.
  5. Deja secar 30 minutos antes de pisar. Si aún queda algún defecto, se puede aplicar una segunda capa transcurridas 24 horas.

Una vez que sabemos cómo proteger nuestros preciosos suelos de madera, vamos a ver cuáles son las diferencias esenciales entre las distintas opciones del mercado para que puedas escoger la que mejor se adecue a tus expectativas.

¿Qué es el parquet y cuáles son sus características principales?

El parquet es un pavimento de madera natural que puede encontrarse en piezas macizas de entre 1 y 3 cm de espesor o en multicapa. Este último formato se compone de capas interpuestas fabricadas en madera de distintas calidades con una superior de madera noble de un grosor mínimo de 2,5 mm, una intermedia usualmente de coníferas y una base o contracara que da estabilidad al conjunto. En total, se presenta en espesores de entre 7 y 14 mm.

La diferencia principal entre ambas propuestas se encuentra en que el parquet macizo puede acuchillarse y lijarse en muchas más ocasiones que el multicapa. A cambio, el precio es sustancialmente superior.

En función del tipo de instalación que se elija, tenemos parquet flotante (también denominado tarima flotante), encolado o sobre rastreles. La instalación del primero es la más sencilla, pues se coloca directamente sobre el suelo existente, sin pegarlo, solo interponiendo una barrera antihumedad de laminado plástico. En el caso del encolado, cada tabla va pegada al suelo y se evita el característico ruido a vacío que se produce al pisar. Por su parte, en la colocación sobre rastreles, las más compleja, se fijan al suelo unos listones de madera sobre los que se clavan las lamas de parquet en perpendicular.

Los fabricantes han desarrollado varios sistemas de unión entre las lamas de madera, siendo uno de los más habituales el machihembrado de un clic.

Tarima flotante: elegancia, belleza y naturalidad

Tal y como hemos comentado, la tarima flotante es lo mismo que el parquet flotante y se caracteriza por su belleza y la agradable sensación de calidez al tacto. Al estar fabricada en madera natural, cada pieza es única e irrepetible. No en vano se trata de un material vivo con señas de identidad propias en forma de nudos y vetas.

es precisamente la presencia de este material noble lo que diferencia a estos suelos de los laminados, que muchas veces se nombran erróneamente como tarima. Aunque luego nos detendremos en ellos, baste decir por el momento que los suelos laminados tienen su origen en materiales sintéticos.

Las tarimas flotantes, tal y como sucede también con los pavimentos de parquet encolados o en rastreles, pueden acuchillarse para restaurar la madera deteriorada. Antiguamente, el proceso de acuchillado era largo y costoso, ya que se hacía manualmente a base de cuchillas o rasquetas. En la actualidad, se usan máquinas lijadoras-aspiradoras eléctricas que permiten recuperar la belleza original más rápidamente.

Laminados, la alternativa sintética más versátil

El rasgo esencial de esta categoría de producto es que está fabricada con derivados sintéticos de madera y no con madera natural. Es más resistente a la abrasión, humedad y desgaste. Como sucedía con el parquet multicapa, se compone de varias láminas. La primera exhibe el relieve que emula el acabado y textura de la madera para que la apariencia sea lo más real posible y está recubierta por resinas de melamina. Debajo, encontramos otros paneles de fibras.

Este tipo de composición hace de él un suelo apto para utilizar en cualquier ambiente, incluida la cocina y el baño, estancias en las que se genera una alta condensación y humedad.

Para este tipo de pavimento también es factible emplear Cera líquida para parquet Alex y mantenerlo en perfecto estado desde el primer día. Se puede aplicar tanto directamente sobre el suelo, para un mayor brillo o protección, o diluida en agua con el objeto de conservar el brillo original.

Hoy en día, tenemos a nuestra disposición modelos laminados de alta gama que simulan con mucho acierto el atractivo y textura de la madera natural, aunque no proporcionan la misma calidez al tacto. Las nuevas reproducciones de pulidos con acabados tintados o aceitados y distintos tipos de colocación y formato -en espiga o en grandes lamas- constituyen una de las tendencias decorativas del momento.

Respecto al montaje, generalmente se colocan utilizando el sistema de clic, un método de encaje de ranura y lengüeta, que no requiere el uso de adhesivos. En cualquier caso, será necesario instalarlo sobre un aislante que proteja el pavimento de la humedad**, actúe de aislamiento acústico o compense las irregularidades que puedan generarse en la base sobre la que se coloca.

Existen distintas clasificaciones de los suelos laminados según su uso con las que decidir en qué espacio encaja mejor un modelo u otro atendiendo al tránsito o a la exposición a la luz del sol, golpes o humedades. Para un uso moderado, bastará escoger la clasificación 31; 32, si se trata de una utilización general y 33, intensiva. En cuanto a su resistencia a la abrasión, AC3 es una resistencia moderada; AC4, general y AC5, fuerte.

Lo nuevo, lo clásico y lo atrevido

Frente a maderas consolidadas como el roble, haya o jatoba, los suelos de madera de bambú se están popularizando gracias a su alta resistencia, durabilidad y, principalmente, por su producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Si nos fijamos en el tipo de colocación, las propuestas más demandadas son los parquets en espiga, como un guiño a la belleza y nobleza de lo clásico, o dibujando formas geométricas, una opción que proporciona infinidad de posibilidades de diseños muy actuales. Finalmente, los acabados rústicos con nudos y vetas extremadamente marcados añadirán personalidad y estilo a cualquier hogar, mientras que el juego de colores y tonalidades distintas iluminarán los espacios más atrevidos y contemporáneos.

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